
salud y ecología detrás del sargazo

¿Sabías que en el sargazo cohabitan pulgas marinas?
En Cancún se ha popularizado el tema del sargazo, pues al tener unas playas paradisíacas se genera cierta preocupación con dicho suceso. El sargazo es una especie de alga marina en descomposición que ha llegado al mar caribe gracias a derrames de petróleo y el ya conocido calentamiento global.
Dentro del sargazo existe una especie de pulgas marinas que causan ciertas reacciones alérgicas en la población, entre ellas está el enrojecimiento de la piel, manchas blancas, brotes de picaduras e hinchazón en los casos más extremos, estos provocan ardor y picazón. Las recomendaciones que se les han hecho a los visitantes son que eviten el contacto con el alga y con mayor razón cuando se encuentra en la arena y no acercarse tanto pues su mal olor y las pulgas pueden causar problemas respiratorios y enfermedades gastrointestinales.
Aunque se retiren aproximadamente 14 toneladas de sargazo diariamente, el problema persiste, pues es en las madrugadas cuando llega más a la bahía, provocando que sea un problema de nunca acabar. Sus componentes químicos afectan principalmente a su propia biomasa (materia acumulada), misma que contiene bacterias que afectan a la flora, fauna, arrecifes y al manto acuífero, en general, y, por consecuentes son tóxicos para los seres humanos, ya que liberan ácido sulfúrico (lo que provoca su mal olor) y gases nocivos.
Afecta también al agua, pues el alga despide un color café y provoca que el mar se pinte de este, principalmente en la marea. Su erosión causa daños a en pastos y praderas marinas, provocando la muerte de peces, pulpos, tiburones y tortugas, quienes no pueden desovar y las crías tampoco pueden llegar al mar.
Lo ideal sería crear un mecanismo de recolección dentro del mar, justo antes de su arribo a la orilla. Ciertas investigaciones recomiendan no utilizar el sargazo como abono, sino como biocombustible y fertilizante, gracias al exceso de fósforo y arsénico que este posee.
El sargazo no debe de ser un problema turístico, sino ecológico y de salud, pues causa estragos en nuestro planeta que pueden ser irreversibles.