
¿vida o muerte?: inseguridad en cancún

La creciente ola de violencia e ingobernabilidad que se vive en Cancún es un asunto complejo, tendrían que atenderse las causas externas e internas, pues tarde o temprano una ciudad como esta se vería afectada con las circunstancias de lo que le ocurre a México en general.
El deterioro de estado-derecho o aniquilamiento del estado-derecho, la impunidad pasmosa que solamente castiga al dos por ciento de los delitos cometidos, la apropiación de los espacios de ejercicios del poder público por intereses oscuros e ilegales y esta violencia descarnada, inhumana y atroz que se vive en México de manera descontrolada desde hace dos sexenios; a nivel interno hay ciertas circunstancias que aceleran y profundizan este tipo de realidades de situaciones o deterioros, en una ciudad que, creció de manera desordenada, donde hay hacinamiento y concentración de población en lugares con servicios públicos inadecuados.
Donde las familias están desintegradas por la radial laboral que obliga a ambos padres a salir de casa y dejar a los niños solos durante toda la jornada cotidiana, donde existen pocos servicios y espacios de convivencia cultural, con salarios cada vez menores, sin seguridad laboral y mucho menos prestaciones. Son circunstancias que cultivan este tipo de patologías sociales donde la riqueza es injustamente distribuida y esta realidad social económica se alimenta de la otra circunstancia externa, que de alguna manera concluye en el estado actual de corrupción e ineficiencia que dan como resultado: inseguridad y violencia.